quinta-feira, 23 de junho de 2011

El desempleo juvenil y lo que podemos hacer

Por Elizabeth Mata


“En el Cairo, Londres y Brooklyn, son demasiados los jóvenes que están desempleados y descontentos,” dice el subtítulo de “La Bomba del Desempleo Juvenil” (Bloomberg Businessweek, Feb. 2). Este malestar está aumentando en África, China y Japón. Vivo parte del año en España y he sentido este problema frente a la puerta de mi propia casa, con un 40 por ciento de los jóvenes de España sin empleo.
Esta situación es particularmente difícil en el sur de Europa. A los jóvenes se les ofrecen prácticas y pasantías sin pago, o mal remuneradas, o contratos temporales que no ofrecen beneficios sociales o protección. Algunos, están emigrando al norte de Europa, mientras que otros están regresando a los albergues de su infancia, preguntándose si alguna vez serán capaces de poder irse. Muchos están abandonando el mercado de trabajo totalmente, creyendo que no hay más oportunidades y que no hay lugar para ellos en la sociedad.
Esto realmente me impactó cuando una joven española amiga nuestra me contó lo desalentada que estaba después de seis meses de haber sido despedida y todavía sin poder encontrar trabajo en ninguna parte. La situación de mi joven amiga me alertó a orar para sentir más firme y constantemente que Dios siempre satisface las necesidades de todos.
La oración nos ayuda a mirar a través de una mejor lente que la de las estadísticas, las fluctuaciones económicas u obstáculos políticos. Una perspectiva espiritual revela a Dios como nuestro Padre-Madre, el Amor, el único Creador. El mirar a través de esta lente revela que puesto que Dios crea sólo lo bueno, la oportunidad para el bien es la condición permanente de Su creación, para cada uno de nosotros, sin importar nuestra edad. Ninguna puerta puede cerrarse ante un sentido constante de nuestra valía, que incluye un trabajo satisfactorio y útil. Esta verdad se hace más clara mediante una comprensión más profunda de Dios como la única fuente siempre disponible de todo lo bueno que viene a nuestras vidas.
De acuerdo con la Ciencia Cristiana, Jesús entendía su unidad indestructible con Dios con una convicción tan absoluta que él personificaba perfectamente al Cristo, su naturaleza divina a imagen y semejanza de Dios. Por medio de la sanación de todo problema humano imaginable, él enseñó en ese entonces —y su ejemplo continúa enseñando hoy— que el Cristo es la única naturaleza verdadera de cada uno de nosotros. La Ciencia Cristiana muestra que el Cristo viviente, el poder sanador y salvador de Dios, está siempre presente a través de todas las edades para destruir todas las limitaciones y para revelar el cuidado constante de Dios para cada hombre y cada mujer.
El cuidado de Dios está representado con compasión y relevancia en el libro de Isaías, donde está escrito: “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas” (40:11). ¡Qué natural es para todos los hijos amados de Dios sentir el progreso continuo del bien y la abundancia. Al orar desde esta base, podemos romper el cuadro desaliento sobre desempleo que plaga a nuestra juventud. Deja que el Cristo actúe como una luz irresistible que con originalidad y vigor brilla más que la desesperación y la desesperanza.
Los resultados de la oración puede ser una perspectivas más brillante que lo guíe a uno a un puesto recién creado, o a que se extienda un contrato temporario debido a una necesidad inesperada. El escuchar profunda y devotamente y un humilde deseo de ayudar al mundo puede dar lugar a que se inicie un negocio que ofrezca nuevos servicios productivos. La bondad y la abundancia son el derecho divino de todos sin tener en cuenta la edad.
Mary Baker Eddy, quien descubrió la Ciencia Cristiana y fundó el Christian Science Monitor, dedicó su vida a ayudar a otros a ver que el Amor infinito y divino, Dios, está siempre consolando y guiando, no importa qué dificultad debamos de enfrentar. En su obra principal, “Ciencia y Salud con Clave de la Escrituras”, escribió: “El Amor inspira el camino, lo ilumina, lo designa y va adelante en él” (p. 454).
Debido a que Dios es Mente, Dios siempre nos está informando de nuestra relación inseparable con Él y de la permanencia de nuestro propósito dado por Dios. Los problemas de desempleo que les preocupa a los jóvenes de hoy, o a cualquier persona en el mercado laboral, no están fuera del alcance de la capacidad infinita y el poder de Dios de aportar soluciones para esta necesidad humana esencial.
Esta traducción de un artículo religioso del Christian Science Monitor titulado en inglés “Youth unemployment and what we can do”, es la dedicada y desinteresada labor del cuerpo mundial de traductores y revisores voluntarios de El Heraldo de la Ciencia Cristiana.

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